martes, 8 de noviembre de 2011

Capitulo 6. Latidos

Sonaron campanas de duelo, eran las 12.00 de la mañana, me encontraba en el cementerio al sur de la ciudad, aquel lugar donde Ángela seria enterrada. Cinco minutos después de que pasara el mediodía apareció el coche que contenía el féretro. No sabia como iba a reaccionar cuando lo viera,  me encontraba al final de todo el mundo, apoyado en un pino que se hallaba plantado en aquel cementerio. Iba vestido totalmente de negro, llevaba unas gafas de sol, no tenia nadie que saber por lo que estaba pasando, era cosa mia.
Comenzaron a bajar el féretro del coche, se acercaron rápidamente seis hombres para cogerlo, y ponerlo sobre sus hombros, el rostro de sus padres cuando vieron el féretro siendo llevado por aquellos hombres en dirección a la tumba que había sido cavado, era desolador, no paraban de llorar y de abrazarse el uno con el otro, como símbolo de unanimidad.
El féretro fue colocado en su posición para que fuera celebrada la misa de duelo en honor a Ángela…
La misa duro media hora aproximadamente, no permanecí atento, no podía parar de mirar con los ojos vacíos a ese féretro, en el cual se encontraba mi razón de existencia después de la muerte de todos los familiares que tenia. Sentía rabia de saber que ella había estado tan cerca de mi y no me había atrevido a decirle nada, ni si quiera un simple hola, solamente estaba pensando en mi mismo, en aislarme de todo el mundo, en intentar conseguir que nadie fuese  mi amigo, disiparlos a todos.
Llego el momento del entierro, el féretro se introdujo en el agujero del suelo y fue descendiendo lentamente, tan lentamente como latía mi corazón, cada vez parándose más y necesitando cada vez mas aire.
Concluido el ‘acto’ permanecí apoyado sobre aquel pino durante un largo rato. Durante ese tiempo se acerca un hombre hacia mi.

-Que pena lo de Ángela, ¿no?
-…
-Pobre, no se merecía esto.
-… - mantenía mi mirada ahora hacia la lapida que contenía su nombre –
-¿No te acuerdas de mi?
-¿Acaso debería?...
-Soy la persona que se encontró contigo en el hospital.
-¿Y que relevancia tiene eso?
-Supongo que intentas espantarme, veo que Ángela era muy importante para ti.
-Ni te lo imaginas.
-¿Amistad?¿Amor?
-Mas que eso
-Pues si que era fuerte.
-…
-¿Dónde vives?
-Por el Norte de la ciudad
-¿Tienes coche para ir hasta allí?
-No, prefiero ir solo y andando.
-Directo y sin incisos, pero he de volver a intentarlo. ¿Te llevo?
-He de repetírtelo, prefiero ir solo y andando
-Pues si que estas muy tocado, bueno, por lo menos vamos a presentarnos, yo me llamo Kevin – y acerco la mano hacia mi –
-Yo no se como me llamo – y me gire y empecé a andar –

Estuve caminando durante una hora hasta llegar al portal de mi casa, durante ese trayecto me encontré con personas que pretendían acercarse a mi afectivamente, pero yo pasaba de ellos continuando mi trayecto, en esos momentos solo podía pensar en como había sido mi vida desde que había nacido hasta ahora mismo, y me di cuenta de que realmente no recordaba nada de mi infancia, mis recuerdos eran vagos, solo recordaba a partir de los 5 años, donde fui criado por una familia adoptiva bastante buena, me trataban como si de un hijo de sangre se tratase, mis padres adoptivos se llamaban Richard y Michelle, eran de Inglaterra, mas concreto de Londres, digo eran porque murieron en un accidente de coche… Solo tengo cosas trágicas en mi vida, pero solo les pasa a personas que viven o tienen sentimientos cercanos a mi, soy por decirlo así, un gafe.

Llegue al final de mi trayecto el portal de mi casa, subí las escaleras en silencio y entre en casa, coloque las gafas en la mesa de la entrada, cogí la silla que se encontraba a mi derecha, la coloque en frente de la ventana de la terraza, abrí las ventanas y levante las persianas, entraba en sol por aquella ventana.

Me fui a mi cuarto y me cambie de pantalones y de zapatos, poniendo unos pantalones vaqueros algo rajados y unas converse viejas negras. Me senté en la silla que estaba enfrente de la ventana de la terraza, me quite la camiseta, cogí un viejo espejo de mano, me enfoque el contra espejo en la espalda, y me vi el símbolo o marca de nacimiento que tenia en la espalda.

-Tu eres lo que me ha dado vida y me la has quitado…

Tire el espejo contra el suelo, se rompió seguidamente en pedazos, en miles de pedazos. Saque un cuchillo de los vaqueros rajados, y mire al sol…

-Mi mundo fue la oscuridad de no haberme enterado si quiera de haber nacido, tu, querido sol eres el principio del día, la luz, que nos ciega si te miramos directamente a los ojos, esa luz que otorga nuestra vida, bueno la de algunos, esa luz que da sentido de esperanza y alabanza al principio del nuevo día, esa luz que vera como de un principio se puede hacer un final, el final de mi existencia…

Pase el cuchillo por las venas de mi mano derecha, haciendo un corte bastante profundo, deje el cuchillo en un lado, y espere aquel momento, al pasar un poco tiempo los ojos empezaron a pesarme y mi corazón latía mas lento, el suelo estaba lleno de sangre, y mi final se acercaba, al fin cerré los ojos…

2 comentarios:

  1. NO JAKE, NO, JODER, NO TE SUICIDES D:

    Hola, de ahora en adelante te voy a acosar a través de blogger, así que más te vale no tardar demasiado en ir subiendo cosas. 8)

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  2. NO SE VA A MORIR VERDAD? DIME QUE NO, NO PUEDE MORIRSE...
    Es... tan ambiguo y tan genial a la vez.
    Por fin lo he leido, por fin. Me ha encantado mucho y perdón otra vez por haber tardado tiempo.
    Sube pronto, quiero ver como Jake revive, porque tiene que revivir, si o si ¬¬
    :D
    Att: Marina :D

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